Estamos acostumbrados a pasar el día en la mente, en la acción constante, viviendo para afuera, incapaces de enfocar la atención en el cuerpo y en las múltiples sensaciones corporales a través de las cuáles el cuerpo nos informa de su estado: nos habla a través de las sensaciones de dolor, relajación, tensión, expansión, contracción, placer, tics, vibración… Si te paras unos instantes a escucharlo con atención, podrás traducir qué te está diciendo y sabrás en todo momento qué necesita para estar bien.
Práctica de Regulación Emocional
Esta es una práctica sencilla pero muy poderosa para empezar a responsabilizarte sobre tu cuerpo y tus emociones. En el video hago una demostración para realizar esta práctica en pareja. Aquí te dejo la explicación para hacerla individual:
Sabemos que las emociones y sensaciones desagradables pueden llegar a desbordar a cualquiera, pero con esta práctica puedes entrenar tu regulación emocional: perder el miedo a sentir dolor, y aprender a entrar en un estado de bienestar.
Enfoca la atención en el cuerpo y toma consciencia de los puntos de dolor, tensión, malestar…
- “¿Qué estás sintiendo? ¿Dónde lo estás sintiendo?”
- “¿Hay alguna acción que puedas hacer para aliviar esa sensación o liberar esa energía?”
- Entonces entran en juego los recursos: puedes respirar, gritar, colocarte una mano allá donde haya molestia, llorar, mover el cuerpo…. Date tiempo, permite que el recurso llegue sin juicio, no lo reprimas.
- “¿Qué sientes ahora? ¿sientes alivio?”
Si en vez de aliviar o desbloquear la energía, entraras en catarsis o un proceso emocional muy intenso del cuál no “puedes” salir, puedes usar 2 formas para “salir” del trance y regular el sistema nervioso:
- Pendular: lleva el foco de tu atención a alguna parte de tu cuerpo donde sientas relajación, placer, expansión… Si no encuentras un lugar agradable en tu cuerpo te puedo sugerir alguno, por ejemplo: el lóbulo de la oreja,
- Atestiguar: toma consciencia de ti mismo/a y de aquello que estás sintiendo, dándote cuenta de la sensación corporal, de la emoción y de ti dándote cuenta de todo a la vez, de esta manera surge una distancia natural de la emoción y un atestiguar y acoger la emoción.
En mi experiencia, si no se tiene entrenada la capacidad de darse cuenta de uno mismo, si no se ha hecho algo de meditación o tantra previamente, es más sutil y difícil atestiguar expandiendo la consciencia sin identificarse, que pendular la atención a otra parte del cuerpo (más terrenal).
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