FAQ’s

El Tantra es una corriente mística que abarca el conocimiento de todas las dimensiones del ser humano, y no solo del ámbito sexual. Dentro del amplio abanico de meditaciones que se describen en el Vigyan bhairava tantra (uno de los textos tántricos por excelencia) hay unas pocas que contemplan la sexualidad en su dimensión más amplia, como una forma de entrar en presencia y expandir la consciencia, también, en el ámbito sexual.

Una de las herramientas que se utiliza en Tantra para entrar en presencia y expandir la consciencia es el tacto. En todas las culturas y épocas ha existido el masaje de una forma más o menos terapéutica, pero siempre imprescindible. La particularidad que hace diferente al masaje tántrico del resto de masajes es el movimiento consciente e integración de la energía sexual a través del masaje en zonas erógenas que, sin distinción, son una parte más del cuerpo que, además, generan mogollón de energía para expandir por todo el sistema nervioso, aportando infinitos beneficios para la salud física, emocional y mental.

En una sesión de masaje tántrico se incluye el masaje genital, siempre y cuando la persona que lo recibe dé su consentimiento verbal in situ. Para los tántricos, los genitales masculinos reciben el nombre de Lingam y los genitales femeninos reciben el nombre de Yoni. Justo antes de iniciar el masaje en la zona sexual, el/la masajista preguntará ¿quieres que continúe con el masaje de lingam/yoni? o ¿puedo continuar?. De esta manera el cliente o la clienta tiene el poder y la libertad de decidir hasta dónde llegar con su masaje. Hay masajes tántricos preciosos que no implican genitalidad, aunque también sabemos que es profundamente sanador ser tocado y masajeado en los genitales con presencia y sin una intención sexual. El masaje tántrico, como el tantra, te da libertad para ser, por eso tú decides siempre sobre tu cuerpo y tu energía.

Para recibir un masaje tántrico, es necesario la desnudez completa de la persona que recibe, aunque si hay mucha vergüenza o pudor inicial, podemos tapar con el pareo e ir destapando según las zonas a masajear. El o la masajista tiene plena libertad para decidir si quiere quedarse vestid@, usar ropa interior o desnudarse completamente. Para los tántricos, el desnudo físico representa la desnudez de la verdad cristalina, no hay disfraz, no hay «personaje», sólo la pura verdad. Igualmente, la libertad está por encima de todo, y cada un@ es libre de atender a l@s   clientes cómo se sienta más cómod@.

No. No de la forma cómo se ha entendido y extendido a través de los masajes eróticos. Primero habría que definir qué entendemos por interacción sexual y también por sexual. Si nos referimos a «yo como cliente puedo tocar lo que me de la gana, cuando me da la gana y porque me da la gana del cuerpo del masajista» es un NO rotundo. Ahora bien, hay una gran interacción energética y como seres energéticos que somos, nuestras energías se van a mezclar, relacionar, interaccionar y fundir durante la sesión ¡porque somos pura energía en movimiento! Y también somos energía sexual. Entonces, podríamos decir que SI habrá una interacción de nuestras energías (incluida la sexual). Pero… cómo decía más arriba ¿que es «sexual»? La definición clásica viene siendo algo así como «relativo al sexo o la sexualidad». El masaje se realiza en el cuerpo, también en el sexo e implica una intimidad brutal… ¿No te parece suficiente interacción sexual? Entendemos la confusión que han generado los masajes eróticos pero queremos haceros llegar el verdadero significado, para nosotr@s, de lo que es una interacción sexual.

El masaje tántrico intenta ir un pasito más allá del orgasmo y la eyaculación. No porque esté mal o te haga perder energía (que sí, lo hace) sino porque es lo único que conoces. Hay un hábito aprendido, un automatismo que dice: hay excitación, erección, masturbación o estimulación, tensión y orgasmo y eyaculación. Y en ese automatismo te pierdes una infinidad de sensaciones y experiencias energéticas más sutiles, sensibles y gozosas que no sabrás percibir si sigues actuando igual. Con el masaje tántrico pretendemos enseñar que otra realidad es posible, que no es necesario orgasmar o eyacular para tener una relación sexual contigo mism@ o con otra persona totalmente satisfactoria y plena, que puedes disfrutar del camino y que la meta (entendiendo meta como orgasmo eyaculatorio) no es nunca el objetivo del encuentro sexual. En nuestra escuela, además, toda esa energía que se acumula en la zona sexual, la canalizamos hacia el corazón a través del canal central Sushumna, lo que nos permite usar el masaje tántrico como una vía para limpiar nuestro cuerpo de residuos emocionales y nudos energéticos que impiden que nuestra energía circule con fluidez. Abrirse a la experiencia mística del manejo de la energía sexual como camino de sanación.

Por supuesto. Entra en Terapeutas y encuentra a tu masajista más cercan@. Los hay en diferentes ciudades de España y tod@s ell@s han sido formados por Verma Rodríguez en la Formación de Masaje Tántrico y Cura Sexual que facilita cada año.

¡Qué notición! Cada vez somos más y más quiénes nos dedicamos a abrir el corazón de las personas a través del masaje tántrico y la sanación sexual. Si tu quieres formarte, entra en Formación y léete bien el programa, mira si las fechas te cuadran, si puedes abonar la inversión que supone los residenciales y, para cualquier duda que tengas, escríbenos a info@vermarodriguez.com