En cada respiración, el movimiento natural del cuerpo es el siguiente: al inhalar, el diafragma se contrae empujando los órganos y vísceras del abdomen hacia abajo, ejerciendo un masaje sobre ellos y llenando de aire el bajo vientre y el cuenco pélvico que rota hacia atrás. A la vez, los pulmones se llenan también de aire y el esternón se abre y se expande llenando las cervicales que empujan la barbilla hacia abajo, hacia el pecho, estirando toda la musculatura de alrededor de la columna.
Al exhalar, el diafragma se relaja, los órganos y vísceras del abdomen suben de nuevo a su posición habitual y al vaciarse el bajo vientre de aire, la pelvis rota hacia delante. Los pulmones a su vez, se contraen para expeler el aire, el esternón se encoge y las cervicales se relajan devolviendo la barbilla hacia arriba.
A nivel energético, hablamos de una ola respiratoria por el recorrido que hace la energía por todo el cuerpo: empuja la columna hacia abajo, al sacro, y hacia arriba, las cervicales. Al inhalar, la energía baja hasta llenar la pelvis que rota hacia atrás por la expansión del bajo vientre hacia delante. Y luego se expande al pecho y el cráneo. Y al exhalar, en la relajación de todo el cuerpo, en la rendición del diafragma, la pelvis rota hacia delante y la energía sube y sale por la boca.
Te invito a realizar esta practica y conectar con la respiración y tu cuerpo en una danza que te permitirá circular y tomar consciencia de la ola respiratoria y el recorrido ascendente de la energía entre tu primer y cuarto chakra.
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